Me voy, me fui, de a poco. Me voy sin saber a dónde, ni cuándo será completa la despedida, porque yo ya me fui; sólo lo material está quieto. El resto, el resto ya no está; se fue a buscar algo distinto. Pero eso sí, antes de irme, saludame desde tu ventana; el viaje es largo, sabés, y hace mucho no te veo.
¿La vuelta decís?, quién sabe; tal vez nunca o tal vez siempre.
Tal vez siempre, porque quizás mi apellido en realidad sea Gauna y haya encontrado sin saberlo el río de mi destino, por más que algunas Claritas quieran que lo esquive.
Tal vez nunca, porque finalmente mi apellido sea Oliveira y encuentre sin saberlo mi kibutz del deseo, y lo pierda, haciendo así que yo me pierda irremediablemente, con hilos de colores en los bolsillos.
El camino es largo, y quién te dice que nos encontremos en alguna vuelta. Pero Girondo tiene razón, un río de sangre cruza entre nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario